Redeiras de Galicia: la red invisible que sostiene el mar

Cuando pensamos en el mundo del mar, solemos imaginar barcos, redes lanzadas al agua y hombres faenando. Sin embargo, hay una figura clave en la historia marinera gallega que ha permanecido demasiado tiempo en segundo plano: las redeiras. Estas mujeres artesanas han sido, y siguen siendo, imprescindibles en la vida de los pueblos pesqueros de Galicia, encargándose de una labor que sostiene el corazón mismo de la pesca: la reparación y el cosido de redes.

Desde hace generaciones, las redeiras han ocupado las orillas de puertos como los de Cangas, A Guarda o Burela, con la aguja curvada en la mano y la sabiduría heredada de sus madres y abuelas. Con precisión milimétrica y una destreza admirada por quienes conocen su trabajo, remiendan las redes desgastadas por el mar y preparan las que saldrán a faenar. Su oficio, manual y exigente, mezcla fuerza y paciencia, técnica y tradición. Son tejedoras del mar, literalmente.

Históricamente, las redeiras no han recibido el mismo reconocimiento que otros trabajadores del sector pesquero. Durante mucho tiempo ejercieron en la sombra, sin seguridad social ni visibilidad. No fue hasta 2009 cuando se logró la profesionalización del gremio, reconociendo oficialmente su trabajo y permitiéndoles cotizar como autónomas del mar. Desde entonces, su figura ha ido ganando respeto y presencia, pero todavía queda camino por recorrer.

Además de su función técnica, las redeiras representan un símbolo de resistencia y de identidad gallega. Han sabido organizarse en asociaciones, promover su oficio en ferias y talleres, y defender sus derechos con orgullo. Incluso han traspasado la frontera del puerto, llevando su arte a nuevas expresiones: complementos, bolsos, e incluso obras de arte contemporáneo hechas con redes.

En lugares como O DA SINA, queremos rendir homenaje a estas mujeres. No solo porque muchas familias marineras, como la nuestra, tienen una redeira entre sus raíces, sino porque su legado forma parte del tejido que nos une al mar. Honrar a las redeiras es también reivindicar la historia no contada del mar gallego, una historia escrita con hilos, nudos… y memoria.

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